La Parábola del Sembrador (Mateo 13:1-9, Marcos 4:1-9, Lucas 8:4-8) es la Parábola del Temor de Dios. El Temor de Dios se define como constancia, firmeza, devoción, ecuanimidad, estabilidad.
Jesús nos explica que frente a la Palabra de Dios, hay tres clases de personas, estas tres clases de personas están en relación a la triple división del hombre: cuerpo, alma y espíritu. En el hombre natural prevalece el cuerpo, en el hombre racional prevalece el alma y en el hombre espiritual prevalece el espíritu.
La Parábola narra así: «El sembrador salió a sembrar su semilla. Al sembrar, una parte de la semilla cayo al borde del camino, donde fue pisoteada y se la comieron los pájaros del cielo. Otra parte cayo sobre las piedras y, al brotar, se seco por falta de humedad. Otra cayo sobre las espinas, y estas, brotando al mismo tiempo, la ahogaron. Otra parte cayo en tierra fértil, broto y produjo fruto al ciento por uno. Lucas 8:4-8.
Explicación de la Parábola:
Primero grupo de personas: el hombre natural frente a la Palabra:
«La parábola quiere decir esto: La semilla es la Palabra de Dios. Los que están al borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el demonio y les arrebata la Palabra de sus corazones, para que no crean y se salven». Lucas 8:11.
El hombre natural no comprende la ciencia de Dios ni tampoco le interesa, este tipo de hombre esta interesado en la vida voluptuosa, es decir la búsqueda inmediata del placer, esta clase de personas actúan fundamentalmente por «pasión», el lema de esta gente es: «divertíte y pásala bien».
Segundo grupo de personas frente a la Palabra:
«Los que están sobre las piedras son los que reciben la Palabra con alegría, apenas la oyen; pero no tienen raíces: creen por un tiempo, y en el momento de la tentación se vuelven para atrás. Lo que cayo entre espinas son los que escuchan, pero con las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, se van dejando ahogar poco a poco, y no llegan a madurar». Lucas 8:13-14
Este grupo es el grupo de los sentimentales, los enamoradizos, los almaticos, estas personas comprenden la importancia de la ciencia de Dios, su palabra, pero «no tienen constancia», son como barcos sin timón, van donde los lleva el viento y la suerte.
Tercer grupo frente a la Palabra de Dios:
«Lo que cayo en tierra fértil son los que escuchan la Palabra con un corazón bien dispuesto, la retienen y dan fruto gracias a su constancia» Lucas 8:14.
Este es el grupo que vive de acuerdo a la gracia, es decir los que retienen, es decir la tienen siempre presente y la ponen en practica con constancia. Estos son los que alcanzan la vida eterna. La Palabra de Dios es recordemos el conocimiento que surge de la escucha: escucha (percibe con atención, medita con intuición e inspiración, decide).
La sabiduría, la palabra de Dios para fructificar requiere de la constancia, de la firmeza, es decir del Temor de Dios que es uno de los siete dones del espíritu. Sin esto la espiritualidad no tiene sentido.
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Enseñanzas de la Parábola del Buen Samaritano
La Parábola del buen Samaritano en el evangelio de Lucas es el fundamento de la ética. La ética es el estudio del bien y del mal. En esta Parábola o cuento de Jesús frente al prójimo hay dos acciones, el pecado o la rectitud. Esta es la Parábola mas importante de los evangelios y nos muestra en que consiste el bien, en imitar a Jesús:
¿Y quien es mi prójimo?. Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayo en manos de unos ladrones, que lo despojaron de todo, lo hicieron y se fueron, dejándolo medio muerto. Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de largo. También paso por allí un levita: lo vio y siguió su camino. Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a el, lo vio y se conmovió. Entonces se acerco y vendo sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se encargo de cuidarlo. Al día siguiente, saco dos denarios y se los dio al dueño del albergue, diciéndole: Cuídalo, y lo que gastes de mas, te lo pagare al volver. ¿Cuál de los tres te parece que se porto como el prójimo del hombre asaltado por los ladrones? Lucas 10:29-37.
El sacerdote y el levitan pecan, es decir omiten el bien, en cambio el samaritano actúa en conformidad con la Regla de Oro en el evangelio de Mateo 7:12: «haz por los demás lo que te gustaría que hicieran por ti».
Esta Parábola esta en relación directa con el Salmo 1 que es el Salmo de los dos caminos:
¡Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los impíos, sino que se complace en la Ley del Señor y la medita de día y de noche! Salmo 1, Libro de Salmos.
La Regla de Oro es conocida universalmente en todas las religiones y es conocida como Don Espiritual de la Rectitud. La Rectitud y el pecado son caminos, estilos de vida, enfoques de la mente y describen el comportamiento real de las personas. Esta parábola es de vital importancia porque Jesús esta explicando que el que ama bien es recto, se puede pecar y cumplir con la Ley de Moisés, es decir los 10 mandamientos. Y no solo eso la justicia como valor no nos obliga a ayudar al prójimo.
En síntesis: vivimos de acuerdo al espíritu (rectitud): «el que siembra en el espíritu, del espíritu cosechara vida eterna», Gálatas 6:8; o vivimos de acuerdo a la carne (pecado). No podemos servir a dos amos: