¿Podemos ver el futuro a través de la meditación?

Siempre que ocurre un hecho excepcional como las torre gemelas o el incendio de la catedral de notre damme, mucha gente consulta con rapidez las videncias de Nostradamus y Benjamín Solari Parravicini. Entonces surge una pregunta: ¿Podemos ver el futuro? La capacidad de ver el futuro existe, todos la tenemos en mayor o menor grado, es una habilidad como dibujar o pintar, por ejemplo muchas fobias inexplicables tienen su origen en el acceso inconsciente sobre el futuro, la fobia inconscientemente trabaja para evitar un acontecimiento probable y desconocido, por ejemplo la fobia al fuego o la fobia a las alturas pueden tener su origen en pesadillas repetitivas sobre el tema, y que la pesadilla trate sobre algo que puede o no, ocurrir.
Los fenómenos telepáticos existen y la prueba es el don de consejo: escucha (percibe con atención), medita ( con intuición e inspiración), decide. A través del don de consejo recibimos una información de un plano superior para resolver aquello que se presenta a nuestro juicio como Dios en persona. Jesús utiliza el don de consejo cuando sus adversarios le plantean problemas como los denarios y la prostituta que va a ser apedreada.
El origen de la capacidad para fer el futuro es la meditación contemplativa. La contemplación es la meditación focalizada en los atributos divinos de Dios: contemplamos la misericordia, la verdad de Dios.
A Dios corresponden las perfecciones de todos los géneros Dios es la perfección misma. Por ejemplo tomemos el genero de los segmentos de tiempo, tomemos un segmento de una hora, y un segmento de un día. ¿Cual es el segmento mas completo? El segmento de un día, llevemos este proceso al limite, cuál es el segmento mas completo, es decir el segmento mas perfecto? La respuesta es la eternidad, la eternidad es la posesión simultánea de todo el tiempo, pasado, presente y futuro.
La eternidad es un atributo divino, es decir una perfección de Dios. Solo a través de la meditación contemplativa tenemos acceso a la percepción de la eternidad: es decir del pasado, del presente y del futuro, en definitiva al espacio sin tiempo. Todo contemplativo tiene acceso al conocimiento del destino y de la providencia de Dios, en la mayoría de los casos no es un conocimiento preciso, sino mas bien vago, general, como el que daban los antiguos oráculos como el de delfos.
El conocimiento del futuro exige un trabajo racional de interpretación, esta la videncia misma que puede ser un sueño y la interpretación de la videncia, de aquí el trabajo de la intuición y la inspiración que son dones divinos. El futuro si bien esta ya dado, si puede ser cambiado, no es algo inmodificable, de ahí la importancia de las videncias.
Jesús nos habla de la importancia del ojo de la mente en los evangelios, en la espiritualidad el tercer ojo representa la capacidad de percibir las realidades sutiles, ocultas, futuras, posibles y eternas:
El tercer ojo es la lámpara del alma y el cuerpo.