Jesús enseño las promesas de Dios en el Sermón de la Montaña con el nombre de Bienaventuranzas, las Bienaventuranzas no son mandamientos ni virtudes, son magnificencias, perfecciones, excelencias, premios y promesas . Están escritas en el evangelio de Mateo 5:3-11 y Lucas 6:20-24:
Bienaventuranzas en el evangelio de Lucas:
¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece!
¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados!
¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán!
¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y los proscriban, considerándolos infames a causa del Hijo del Hombre!
Bienaventuranzas en el evangelio de Mateo 5:3-11:
Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
Felices lo afligidos, porque serán consolados.
Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
Felices los que tienen el corazón puro,porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mi.
Las bienaventuranzas constituyen la descripción de la vida ética del hombre, no responden al deseo de felicidad, eso pertenece al campo de la virtud y la moral: la felicidad es un deseo egoísta. Las bienaventuranzas nos son disposiciones del alma, son una gracia del espíritu, carismas, perfecciones de Dios. Tampoco leyes o imperativos como los mandamientos. Las bienaventuranzas responden a la sabiduría, es decir al deseo del bien.
Las bienaventuranzas constituyen las promesas de Dios porque hay un «porque», el «porque» es la Ley del Retorno: cosecharas tu siembra.
Por ejemplo: ¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados!.
La palabra «felices» indica la Caridad, «los que ahora tienen hambre» nos indica el don asociado, el temor de Dios (serenidad) y «porque serán saciados», nos indica el retorno del don recibido, en este caso la vida eterna.
Esta bienaventuranza les promete vida eterna a los que temen a Dios. Las promesas son la parte final de las bienaventuranzas y son el resultado de los dones vividos y recibidos. Sintetizadas la bienaventuranza máxima es ser sabio como Dios es sabio: «sean perfectos como el padre celestial es perfecto» Mateo 5:48.