La psicología del miedo a la muerte: Que nos dice y nos enseña la Biblia al respecto

El hombre según la Biblia esta constituido por tres partes: cuerpo, alma y espíritu. Cuando prevalece el cuerpo en el hombre tenemos que la conducta del hombre viene formada por la concupiscencia, el deseo desordenado hacia los bienes aparentes como la fama, el dinero o el poder. La concupiscencia tiene un efecto no deseable, el miedo a la muerte. Esto es así porque la mente se encuentra ocupada en aquellas cosas que pueden perderse con el paso del tiempo, la salud tiene un limite y la posibilidad de no poder disfrutar de los bienes en el futuro nos crea una gran inseguridad. El miedo a la muerte se vuelve intenso cuando nos convertimos en «buscadores de placer».
Platón siempre enseña en sus libros que los hombres deben buscar las verdades inmateriales, un ejemplo de esto es el mito de la caverna de Platón; esto en la Biblia tiene un equivalente, el espíritu, el maestro interior. Cuando elegimos vivir los dones espirituales, es decir cuando buscamos lo correcto y lo mejor, lo correcto por el don de consejo y lo mejor por la misericordia, estamos siguiendo a ese maestro interior que nos dirige hacia la verdad y como dice Jesús: «El amor os hará libres», Juan 8:31. En el hombre espiritual, el hombre integro el miedo a la muerte no existe por que el hombre posee el amor de Dios: «sino que el amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor», 1 Juan 4:18. Podríamos afirmar sin equivocarnos que el miedo a la muerte es inherente a la «incompletitud del hombre», esta es la base de la psicología del miedo; el nuevo nacimiento, el nacimiento del agua y del espíritu nos libera de las pasiones: «Nadie puede ver el Reino de Dios si antes no renace de lo alto», Juan 3:3.
Jesús viene a enseñarnos el Reino de Dios, el imperio o gobierno de las perfecciones divinas («Sean perfectos como el Padre celestial es perfecto», Mateo 5:48); y esto significa liberarnos de toda opresión y esto implica esa opresión que viene de los miedos mas profundos en el hombre: «librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre», Hebreos 2:15. El ejercicio de las virtudes purificativas como la misericordia y la piedad, es decir el ejercicio de los dones espirituales, liberan al alma de error y del excesivo amor hacia las cosas terrenas como consecuencia el miedo disminuye. Tenemos que elegir entre el amor a Dios y el amor al dinero nos enseña la Biblia: «Nadie puede servir a dos señores pues menospreciará a uno y amará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas.», Mateo 6:24, tenemos que elegir entre el espíritu y la carne, el espíritu nos libera, en cambio la carne nos retiene, nos sujeta a servidumbre porque los miedos nos obligan muchas veces a acciones contrarias a la razón, y esas acciones se vuelven casi forzosas. Vivir libres de toda forma de miedo es la recompensa a una vida llena de misericordia hacia Dios y el prójimo, la piedad es el camino hacia la iluminación espiritual y la vida eterna, la mediación focalizada en los atributos divinos de Dios.

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Publicado por

Bernardo Dainese

Soy autor de dos libros. Una novela y un libro de filosofía, los dos de distribución libre y gratuita. Mi blog es sobre espiritualidad y filosofía clásica desde Aristóteles hasta San Agustín y Santo Tomas de Aquino.

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